Violencia
Doméstica: Una calle de dos direcciones*
Por Glenn Sacks
Octubre es el
séptimo mes anual de "Concientización sobre la Violencia Doméstica",
cuando los activistas y los medios de comunicación, focalizan la atención
nacional sobre la violencia contra las mujeres.
Sin embargo,
los acontecimientos de octubre sólo dicen la mitad de la historia ¿Por qué?.
Porque las investigaciones sobre la violencia doméstica abrumadoramente
establecen que la agresión doméstica no es un crimen cometido por
los hombres hacia las mujeres, sino uno cometido por ambos: hombres y
mujeres.
Usando armas y
el elemento sorpresa, las mujeres abusan de su compañero varón tan
frecuentemente como viceversa.
Por ejemplo,
veteranos del estudio de la violencia doméstica como Richard Gelles, Murria
Straus, o Susan Steinmetz, quien fue agasajada por el movimiento feminista por
su trabajo pionero en la violencia contra las mujeres, han encontrado
repetidamente que las mujeres atacan físicamente a los esposos o compañeros
tanto como estos.
Estudios
llevados a cabo por el "Laboratorio de Investigación de la Familia" en la Universidad de Hampshire en 1975,
1985 y 1992, han encontrado que las tasas de abuso eran equivalentes entre
esposos y esposas. De hecho, la evidencia sugiere que el abuso de los maridos
sobre sus esposas está decreciendo, mientras que el abuso de las mujeres hacia
sus esposos está aumentando
Martin Fiebert
profesor de la Universidad de California Long Beach, ha reunido 117 estudios
diferentes con mas de 72.000 respuestas, que encuentran que la mayoría de la
violencia doméstica es mutua, y en los casos en que hay un solo miembro
abusador, este es hombre o mujer por igual.
Estudios de los
investigadores R.I. McNeeley y Coramae Richey Mann muestran que las mujeres son más
propensas a utilizar armas y el elemento sorpresa que los hombres. Estas armas
con son frecuencia pistolas, cuchillos, agua hirviendo, atizadores de la
chimenea y bates de baseball.
Ni en el caso
del hombre ni de la mujer, la violencia doméstica puede ser descartada como
defensa propia. De acuerdo con Strauss, por ejemplo, casi el 10 por ciento de
las mujeres y el 15 por ciento de los hombres perpetúa el abuso a su cónyuge en
defensa propia.
El Dr Davis
Fontes, director de "Paro al Abuso de Cualquiera", ha encontrado también que
solo un pequeño porcentaje de mujeres abusadoras, actúa en defensa
propia.
Las
Estadísticas penales indican que las mujeres sufren con más frecuencia que los
hombres, lesiones graves derivadas de la violencia doméstica. Pero estos datos
están malinterpretadas porque los estudios muestran que la mujer agredida
denuncia el abuso, nueve veces más que el varón
abusado.
Muchos hombres
vacilan antes de llamar a la policía porque ellos asumen, con frecuencia de
forma correcta, que la policía va a tratarles como si ellos, los hombres, fueran
los abusadores.
Los hombres no
asesinan a sus mujeres significativamente más que las mujeres a sus maridos. Un
estudio del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, analizó 10.000 casos
y encontró que las mujeres inventan sobre el 40% de las acusaciones en
homicidios familiares.
Como explica
la
periodista Patricia Pearson, porque la mujer que mata a su
marido tiende a usar métodos menos detectables o que dejen huellas-como el
veneno (que a menudo simulan un "ataque al corazón") y contrata a otros para
realizar el asesinato (que generalmente no son contados como "mujeres asesinas"
en las estadísticas penales oficiales), estos asesinatos son mucho menos
publicitados que los realizados por los hombres que a menudos los realizan con
armas de fuego.
Las
organizaciones Feministas, sin embargo, mantienen categóricamente que las
mujeres son las únicas victimas de la violencia doméstica, y raramente
autoras.
Como apunta
Pearson, tales organizaciones no están haciendo ningún favor a las mujeres.
Negando la existencia de mujeres maltratadoras, las mujeres abusadoras no están
recibiendo el tratamiento y los servicios de ayuda que necesitan. Peor aun,
manteniéndolas sin castigo, les hacen creer que van a seguir con su abuso
indefinidamente.
Esto resulta
con frecuencia en una escalada de abuso hacia los hombres (y niños) y a veces,
abuso hacia las mujeres, cuando finalmente los hombres
contraatacan.
También apunta
Pearson que a causa de la negación por el Feminismo, de la violencia femenina,
el serio problema del maltrato en lesbianas - en el que las investigaciones
claramente indican, que es tan común como el maltrato en heterosexuales- ha sido
escondido bajo la
alfombra. El profesor de sociología Claire Rensetti, autor de
"Violencia Traicionera: Abuso de Pareja en la relación entre Lesbianas", dice
que la lesbiana maltratadota "despliega una ingeniosidad terrorífica en su
selección de tácticas abusivas frecuentemente confeccionando el abuso sobre las
vulnerabilidades específicas de su pareja"
La lista de
eminentes Feministas y de mujeres disidentes que están demandando conocimiento y
responsabilidad sobre las mujeres maltratadotas esta
creciendo.
Estas incluyen
la senadora
Canadiense, defensora y pionera del movimiento De la mujer
maltratada; la autora y activista Erin Pizzey, quien estableció la primera
defensora de la mujer maltratada en Inglaterra en 1971; Cathy Young, autora de
"Cese el fuego": Por qué Mujeres y hombres deben unir sus fuerzas para conseguir
la Igualdad; Donna Laframboise del Canadian Nacional Post; la autora y
columnista Wendy McElroy, fundadora de Feministas Independientes y ella misma
una victima de la
Violencia Doméstica; Patricia Overberg y Carol Ensign, antigua
y actual Directoras de Valley Oasis Shelter en Lancaster, California, uno de los
pocos defensores de la violencia doméstica del país que acepta hombres;
Christina Hoff Sommers, autora de "Quien Roba el Feminismo?" que detalla como
las feministas obtienen números inflados de Violencia Doméstica añadiendo
"broncas" y "portazos" al abuso domestico real; Daphne Patai antigua profesoras
de estudios de la Mujer, autora de "Profesión Feminista"; Pearson; Steinmetz; y
Renzetti. Recientemente la Asociación Médica
Americana y el
Centro de Control de Enfermedades han tomado conciencia de la
necesidad de atención a las victimas masculinas de la Violencia
Doméstica.
La Violencia
Familiar por y en contra de ambos, mujeres y hombres,
es un problema serio en una América violenta, pero es un problema en el que
ambos, hombre y mujeres comparten responsabilidades. En los últimos 30 años, las
Feministas han llamado la atención a los hombres abusadores sobre lo
despreciable de sus acciones. Ahora es el momento de hacer lo mismo con las
mujeres Abusadoras.
Fuente:
www.glennjsacks.com
* "Domestic Violence: A Two-Way Street", publicado el lunes 15/10/2001 en
"Los Angeles Daily Journal" y en "San Francisco Daily Journal".